AQUI FABLA DE CÓMO TODO OME ENTRE LOS SUS CUYDADOS SE DEVE ALEGRAR E DE LA DISPUTAÇIÓN QUE LOS GRIEGOS E LOS ROMANOS EN UNO OVIERON
Estrofas 44-70
Palabras es de sabio, e díselo Catón,
que ome a sus cuydados, que tiene en coraçón,
entreponga plazeres e alegre rrazón,
ca la mucha tristeza mucho pecado pon'.
E porque de buen sesso non puede ome reyr,
abré algunas burlas aquí a enxerir:
cadaque las oyeres non quieras comedir,
salvo en la manera, del trobar e dezir.
Entiende bien mios dichos e piensa la sentençia:
non contesca contigo como al dotor de Greçia
con el rribal de Rroma e su poca sabençia,
quando demandó Rroma a Grecia la su çiençia.
Asy fue, que rromanos las leyes non avíen,
fueron las demandar a griegos, que las teníen;
rrespondieron los griegos que non las meresçíen
nin las podrían entender, pues que tanpoco sabíen.
Pero si las queríen para por ellas usar,
que antes les conveníe con sus sabios desputar,
por ver si las entendrían e meresçían levar:
esta rrespuesta fermosa davan por se escusar.
Rrespondieron rromanos que les plazía de grado;
para la desputaçión pusieron pleito firmado;
mas porque non entendrían el lenguaje non usado,
que desputasen por señas, por señas de letrado.
Pusieron día sabido todos por contender,
ffueron rromanos en cuyta, non sabiendo qué fazer,
porque non eran letrados ni podrían entender
a los griegos dotores ni a su mucho saber.
Estando en su cuyta díxo un çybdadano
que tomasen un rribal, un vellaco romano:
quales Dios le mostrase fer señas con la mano,
que tales las faziese: fuéles conssejo sano.
Ffueron a un vellaco muy grand e muy ardid:
dixieron: "Nos avemos con los griegos combid'
por desputar por señas: lo que tú quisieres pid,
e nos dártelo hemos; excúsanos desta Iid".
Vistiéronle muy rricos paños de grand valía,
como si fuese dotor en la philosofía;
subió en alta catedra, dixo con bavoquía:
"D'oy máys vengan los griegos con toda su porfía".
Vino ay un griego, dotor muy esmerado,
escogido de griegos, entre todos loado;
sobió en otra cathreda, todo el pueblo juntado,
començaron sus señas, como era tratado.
Levantóse el griego, sosegado, de vagar,
e mostró sólo un dedo, qu'está çerca el pulgar;
luego se assentó en ese mismo lugar;
levantóse el rribaldo, bravo, de malpagar.
Mostró luego tres dedos fasia el griego tendidos,
el pulgar e otros dos, que con él son contenidos
en manera de arpón, los otros dos encogidos,
assentóse, el neçio catando sus vestidos.
Levantóse, el griego, tendió la palma llana,
e assentóse luego con su memoria sana;
levantóse el vellaco con fantasía vana,
mostró puño cerrado: de porfía a gana.
A todos los de Grecia dixo el sabio griego:
"Meresçen los rromanos las leys, non gelas niego".
Levantáronse todos en paz e en sosiego:
grand onrra ovo Rroma por un vil andariego.
Preguntaron al griego qué fue lo que dixiera
por señas al rromano e qué le rrespondiera.
Diz': "Yo dixe qu'es un Dios; el rromano dixo qu'era
uno en tres personas, e tal señal feziera.
"yo dixe que era todo a la su voluntad;
rrespondió qu'en su poder lo tení' e diz' verdad.
Desque vi que entendíen e creyen la Trinidad,
entendí que merescíen de leyes çertenidad."
Preguntaron al vellaco quál fuera su antojo.
"Dixom' que con su dedo que me quebraría el ojo:
Desto ove grand pesar e tomé gran enojo.
Respondile con saña, con yra e con cordojo.
"Que yo le quebraría, ante todas las gentes,
con dos dedos los ojos, con el pulgar los dientes.
Díxome enpós esto que le parase mientes,
que m' daría grand palmada en los oydos rretenientes.
"Yo le rrespondí que l'daría tal puñada,
que en tiempo de su vida nunca les viés' vengada,
desque vió la pelea tan mal aparejada,
dexó de amenazar do non le preçían nada".
Por esto diz la pastraña de la vieja fardida:
"non ha mala palabra, si non es a mal tenida";
verás que bien es dicha, si bien fues' entendida:
entiende bien mi libro: avrás dueña garrida.
La bulrra que oyeres, non la tengas por vil;
la manera del libro entiéndela sotil:
saber el mal, desir bien, encobierto, doñeguil
tú non fallarás uno de trobadores mill.
Ffallarás muchas garças, non ffallarás un huevo;
rremendar bien non sabe todo alfayate nuevo:
a trobar con locura non creas que me muevo;
lo que Buen Amor dize con rrazón te lo pruevo.
En general a todos ffabla la escriptura:
los cuerdos con buen sesso entenderán la cordura,
los mancebos livianos guárdense de locura,
escoja lo mijor el de buena ventura.
Las del Buen Amorsson rrazones encubiertas;
trabaja do fallares las sus señales çiertas;
ssi la rrazón entiendes o en el sesso açiertas,
non dirás mal del libro, que agora rrehiertas.
Do coydares que miente, dize mayor verdat;
en las coplas puntadas yaze la falsedat,
dicha buena o mala por puntos la juzgat,
las coplas con los puntos load o denostat.
De todos estrumentos yo, libro, só pariente:
bien o mal, qual puntares, tal dirá çiertamente;
qual tu dezir quesieres, y faz punto e tente:
ssy puntarme sopieres, sienpre me avrás en miente.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320