DE DON FFURÓN, MOÇO DEL ARÇIPRESTE
Estrofas 1618-1625
Salida de febrero e entrada de março:
el pecado, que sienpre de todo mal es caço,
traya de abades lleno el su rregaço,
otrosy de mugeres fasia grand rretaço.
Pues que ya non tenía mesajera fiel,
tomé por mandadero un rrapás traynel:
Hurón avía nonbre, un apuesto donçel,
¡synon por quatorçe cosas, nunca vy mijor qu' él!
Era mintroso, beodo, ladrón e mesturero,
tahúr, peleador, goloso, rrefertero,
rreñidor, adevino, susio e agurero,
neçio e pereçoso: tal es mi escudero.
Dos días en selmana era grand ayunador:
¿non teníe qué comer? ¡ayunav' el pecador!
¿non podía comer?: ayunava con dolor!
¡syenpre aquestos dos días, ayunav' mi andador!
Pero, sy diz' la fabla, que suelen rretraer:
que «más val' con mal asno el ome contender,
que solo e cargado fas a cuestas traer».
Pusle por mesajero con el grand menester.
Díxel': «Busca, amigo, cátame nueva hunda».—
Diz': «Señor, cataré, aunqu' el mundo se hunda,
e yo vos la traeré syn mucha barahunda:
que a las veses mal perro rroe buena coyunda».
El sabíe leer tarde, poco e por mal cabo;
dixo: «Dadme una carta e veredes que rrecabo:
e, señor, vos veredes, maguera non me alabo,
que sy lo yo comienço, que le daré buen cabo».
Dile una mi carta al que dé Dios malfado:
¡Yvagela lyendo a boses por el mercado!
Dixo doña fulana: «¡Tyrat' allá, pecado!
que a mí non t' enbía nin quiero tu mandado».
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320