EN EL DISFRAZ DEL MUNDO
En el disfraz del mundo
las sonrisas florecen,
el niño se hace hombre,
la primavera invierno.
Pero el árbol y un golfo de la costa,
el juguete y los animales de la selva
no cambian de lugar.
Hay naciones y unas cuantas letras.
Existen los utensilios y las islas,
los pájaros y los cimientos.
No quisiera olvidarme del mar Mediterráneo
ni de las olas,
ni de los ángeles;
quisiera recordar alguna canción,
algún dibujo,
alguna caricia,
pero ¿qué mayor alegría
que escribir para el disfraz del mundo?
Manuel Altolaguirre