TRÍPTICO DE LA ALHAMBRA
I
EN EL PARTAL
Para Santiago Mutis Durán
Hace tanto la música ha callado.
Sólo el tiempo
en las paredes, en las leves columnas,
en las inscripciones de los versos
de Ibn Zamrak
que celebran la hermosura del lugar,
sólo el tiempo
cumple su tarea
con leve,
sordo roce
sin pausa ni destino.
Al fondo,
ajenos a toda mudanza,
el Albaicín
y las pardas colinas de olivares.
Carmen lanza migas de pan
en el estanque
y los peces acuden en un tropel
de escamas desteñidas por los años.
Inclinada sobre el agua,
sonríe al desorden que ha creado
y su sonrisa,
con la tenue tristeza que la empaña,
suscita la improbable maravilla:
en un presente de exacta plenitud
vuelven los días de Yusuf,
el Nasrí,
en el ámbito intacto de la Alhambra.
Álvaro Mutis