UNA CHISPA
Fue un ensueño del fuego
Con luces fascinantes
Y fieras de rubíes tal heridos diamantes;
Rayo de sangre y fuego
Incendió de oro y púrpura todo mi Oriente gris.
Me quedé como ciego…
¡Qué luz!… —¿Y luego y luego?…
—¿Luego?… El Oriente gris...
Delmira Agustini