EL RELATO IMPOSIBLE

Me he comprado un diccionario
para traerlo a las islas,
uno barato que dice:
diccionario escolar
de la muy real academia

Tapa dura, el vendedor
lo mostró y yo respondí
sonriendo: ¡tiene dibujos!
Entre mate y mate así
me entretengo con las partes

de la hoja, el árbol y la
mosca tan brillantes
ilustrados en azul
rojo y verde junto al oro
cayendo en las tardecitas

de ese otoño alla y aquí
dentro todas las palabras
del mundo... ¡y los dibujos!
y mas: los mapas en sepia
doblados como tesoros

en su arcón. Estaba todo
si por delante y detrás.
reverberaba el aire
entre las hojas, el árbol
y las moscas, el olor

de cebollas en fritanga
sobre la enorme cocina
a leña. Sentada a veces
en la marlera o en esos
bancos tan largos frente

la mesa de madera hecha
por el abuelo, cubierta
de incisiones donde
se estiraba la polenta,
el mas alla y el aquí,

verso y anverso del mundo
al que ahora vuelvo. Tanto
me dieron, los que tanto
son y fueron y tenían
poco mas que sudor y anhelo

que no cabrían en este
diccionario escolar
de la muy real academia
saboreado al trasluz
como a las perlas, ron

dorado o mate en mano
ebria deslizandose
sobre el satinado papel
lleno de signos, imágenes
saqueadas del arsenal

humano, libros si, botas
no dijimos pero a mí
me los den con alpargatas
¡otra vez el mundo está
caliente corazón...!