ÚLTIMO MAR
Viajo entre sombras... Pero yo quisiera,
antes que la palabra quede muda
y el ojo sin visión, clavar mi duda
sobre las tablas de una cruz cualquiera.
Afirmar y creer que cada cosa
se rige por un ímpetu lejano
y que en el alma universal se posa
—a un tiempo maternal y silenciosa—
la sabia providencia de una mano.
Sentir que cuando el dardo de la vida
cruza silbando el aire y atraviesa
el corazón, hay alguien que me besa
en la sangrienta boca de la herida...
Quisiera que al pasar, mientras tremolo
mi jirón de bandera desgarrada,
un perfil, una voz, una mirada
me libraran del miedo de estar solo
en el trance final de la jornada.
Que cuando en viaje póstumo y sombrío
por el último mar, mudo y desierto,
vaya dejando atrás cuanto fue mío,
un ave sobre el mástil del navío
cante mi canto y avizore el puerto...
13 de junio de 1946
Enrique González Martínez