EPITAFIO
Detened, caminantes, vuestros pasos.
Sabed que aquí reposa alguien que amara mucho
la hermosura del mundo: los árboles, los libros,
la música, el verano, las muchachas.
No preguntéis quién fue, ni desde cuándo
es ya silencio, olvido de las cosas.
En la tierra que cubre sus despojos
plácidamente descansad un rato.
Y proseguid después vuestro camino
bajo el propicio sol que en su noche os desea.
Eloy Sánchez Rosillo