EL SOL DE LA MAÑANA
El comedor de casa de mis padres,
de mi casa de niño (que es la más verdadera).
Tenía dos balcones que daban a una plaza.
El sol de la mañana entraba allí a raudales
y todo lo encendía.
Ahora, en mi corazón lo noto entrar.
Y enciende estas palabras.
Eloy Sánchez Rosillo