ANTES DEL NOMBRE
Desperté y habitaba
la instancia inacabable de la luz;
supe del todo y siempre,
y era yo nadie y nada y cada uno
antes del nombre, el traje, la mirada.
Pronto llegó el instante
primero, y otro, y otro, y se apagó
de golpe el sitio aquel del que ahora apenas
tengo tan sólo unas migajas pobres.
Y fui el que Eloy se llama, el que esto escribe,
alguien con su tristeza y su alegría,
su sol, su lluvia, su ansia, sus papeles.
Eloy Sánchez Rosillo