EN LO OSCURO
Que se alce de ti un canto
en la hora hermosa y fúlgida.
Pero también que de tu adentro brote
en el trance terrible y más amargo,
cuando tus manos palpen en lo oscuro
el lodazal del fondo.
Busca tu voz entonces;
búscala, y canta.
Ése es el himno puro,
un canto que no es música,
que no tiene que ver con la alegría,
con el sollozo ni con la plegaria.
Vibra como un cristal delicadísimo
y es sólo aceptación.
Eloy Sánchez Rosillo