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[Nota de González de Salas]
Refirióme don Francisco que en Génova tiene un caballero una huerta, y en ella una gruta hecha de la Naturaleza, en un cerro, de cuya bruta techumbre menudamente se destila por muchas partes una fuente, con ruido apacible. Sucedió, pues, que dentro de ella oyó gemir un pájaro, que llaman solitario, y que al entrar él le salió, y en esta ocasión escribió este soneto.