anterior   aleatorio / random   autor / author   inicio / home   siguiente / next

MARTIRIO DE SAN LORENZO
Coplas 23 a 32

Versificación moderna Clemente Canales Toro (1974)

            23

Era un varón perfecto, de hermosa discreción
que oía a los cuitados poniéndose en razón.
Sufría por las almas negadas al perdón.
Moría por ser mártir de su propia pasión.

            24

Todo estaba tranquilo. El viento, temperado.
No sacaba a su hijo de casa, el asilado.
Volvió a girar la rueda, con el eje gastado.
El invierno de entonces fue en verano cambiado.

            25

Tuvieron los romanos tan mal emperador,
que si Nerón fue malo, éste lo fue peor.
Cogió contra Jesús tan hondo desamor
que oír sólo su nombre le daba mal sabor.

            26

Desafió a todo el mundo de aquella cristiandad.
Empezó con los clérigos a ejercer crueldad.
Les daba penas duras sin ninguna piedad
con los peores ejemplos de mala voluntad.

            27

Llegó a saberlo Sixto ejerciendo el Papado
de cómo el Soberano actuaba: un ser malvado.
Comprendió que su hora ya había comenzado,
porque él tendría ahora que ser martirizado.

            28

Entre todos sus actos, disfrutó una alegría:
reunir en Concilio toda la clerecía.
—«Amigos, —dijo— vamos ante Santa María
llevando nuestra cuita hasta su pleitesía.

            29

»Decio proyecta ahora nuestra fe destrozar
y hacer a los cristianos, de Cristo renegar
para que a falsos dioses se pongan a rezar.
y a los que no lo hicieren los va a martirizar.

            30

»Amigos, una vida así no la apreciamos.
Olvidemos el mundo y en las almas pensemos.
Todo lo que perdamos, después recobraremos.
No nos embargue el miedo. En Dios sólo fiemos.

            31

»Para su Santa Iglesia salvar y redimir,
el Señor dio su cuerpo, y en la Cruz fue a morir.
Murieron los apóstoles queriéndolo seguir,
elevar a su Iglesia y la herejía hundir.

            32

»Quienes vivimos hoy, conviene que muramos
y a nuestros ascendientes en la muerte sigamos
donándole a la Iglesia los cuerpos que cebamos.
Por un pequeño daño, las almas no perdamos».



Gonzalo de Berceo


«Vida de San Lorenzo»

subir / top   poema aleatorio   siguiente / next   anterior / previous   aumentar tamaño letra / font size increase   reducir tamaño letra / font size decrease

Versificación moderna de Clemente Canales Toro (*) de Vida de San Lorenzo. Gonzalo de Berceo. © Mario Canales (enviar correo)


(*) Clemente Canales Toro (Arauco, 27/06/1904 - Santiago, 5/10/1987). Profesor de Castellano Instituto Pedagógico Universidad de Chile (29/03/1926). Ex alumno del Instituto Nacional, Profesor desde 1927 hasta 1969, Secretario General (1930-48), Inspector General (1949-57), Vicerrector (1957-64) y Rector (1964-69).

Publicaciones:

Raíces griegas y latinas (1936), Interpretación de El Libro del Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (1941), Signos del Juicio final. Ensayo basado en la obra de Gonzalo de Berceo (1955), Edición Crítica de la letra de la Canción Nacional de Chile (1960), Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo. Versificación moderna (1964), y en 1974 versiones castellano moderno de todas las obras de Gonzalo de Berceo (inéditas): Himnos, Martirio de San Lorenzo, Vida de Santa Odria, Duelo de la Virgen, Loores de Nuestra Señora, Del sacrificio de la Misa, Historia de San Millán y Vida de Santo Domingo.