MAÑANA EN LA PLAYA
El día del domingo lo paso junto al mar.
Traigo un libro a la playa.
Y sorprendo en la ola y en la ráfaga
el encanto del tiempo que no quiere pasar.
¡El día del domingo! ¡Campanas! ¡Las campanas
felices! Y el pito de un vapor.
Y el humo alegre y extranjero
que abre sus banderas al sol.
Esta playa refugia mi triste afán de playas
desconocidas. Leo, distante, frente al mar.
Y oigo en lenguas extrañas la perdida palabra
y la nota inconclusa de un cantar.
Gregorio Castañeda Aragón