NOCHES DE PUERTO
Es la alta noche. Un bergantín se aleja,
y se oye el discurrir de los marinos
por la playa. La brisa aúlla y se queja
e los blancos velámenes latinos.
Larga en el agua sus bermejos arcos
En faro. El campanil la hora — golpea
Y la elástica sombra de los barcos
persigue como un perro la marea.
A la salobre paz de las riberas
llegan risas y voces extranjeras
con el ebrio tumulto de las olas,
Y entre las notas de un cantar de ausente
Viene un verso de amor de allá, del puente
De las pesadas naves españolas.
Gregorio Castañeda Aragón