DESCRIPCIÓN DE UNA MUCHACHA
Lo juro por el arco de sus cejas,
Por su graciosa unión, por los arpones
Con que su hechizo en derredor esparce;
Por la molicie de su lindo cuerpo,
Por su agudo mirar y albor brillante
De su frente, y lo negro de su crencha;
Por su gracioso ceño con que espanta
El sueño de mis ojos, y obra siempre
Sin razón contra mí vede o conceda;
Por las ardientes víboras, que lanzan
Sus rizos empapados en veneno
Para matar los pérfidos amantes;
Por las rosas, que esmaltan sus megillas,
El mirto de su bozo, los risueños
Rubíes, y las perlas de sus dientes;
Por su olor agradable, por su acento,
Que cual gotas de miel y leche sale
Con desliz delicioso de su boca;
Por su cuello, y el ramo delicado
En que enhiesto reposa, y las granadas
Que firmes en su pecho se mantienen,
Ora la espalda con impulso leve
Se agite, y ora su quietud recobre
Con un balance y ademan donoso,
Por su tacto, a la seda semejante,
Por su hálito suavísimo, y por cuantas
Especies de hermosura en sí reúne;
Por su índole benévola, y la pura
Espresion de su lengua; por su ilustre
Nacimiento, y alteza poderosa:
Que el precioso perfume del almizcle
No es otro que su olor, y que el aliento
Del aura con su aliento se embalsama;
Que el sol al verla su hermosura esconde,
Y a vista de sus luces aparece
Deforme, opaca la esplendente luna.
Gaspar María de la Nava Álvarez, Conde de Noroña