Contra la ciega y general dolencia
de la triste ignorancia miserable,
que de común se ha hecho comportable,
siendo tan insufrible pestilencia,
quiero que valga en esto mi sentencia:
que vuestro dulce estilo tan loable
os hará en Helicona memorable
sin contraste ninguno o diferencia;
ya vuestro claro ingenio nos lo muestra,
y ya el fruto gentil que de él procede
a la cumbre del monte os encamina,
do subís sin errar por la vía diestra
camino que a tan pocos se concede,
que ya por vuestro mal no se camina.
Hernando de Acuña