PARTE DE UNA VOCACIÓN
De tiempo en tiempo oigo
como un fragor de visionario miedo
alzarse aquí, donde mi mano
acecha, y reconozco en él
toda la humilde
vocación que está salvándome,
que se derrama entre la sed
de mi alegría y esa otra
que me está disputando el privilegio
a ser feliz, a desatar
los nudos que me aprietan
la raíz de la fe, y sé de cierto
que nada que yo viva pudo
nacer sin antes haber sido
causa de estas palabras, porque
la clara guía de mi vocación
es también esta sombra en que me ciego
y esta afán sin preguntas y este esquivo
tesón que me está haciendo hombre,
y como un vaso que se está vertiendo
en otro vaso igual, tal mi manera
de ir defendiéndome en los últimos
reductos del silencio puede
también ser una forma de ir llenando
una vida con otra, una razón
con otra, pura mudanza de mi libertad
en cuyos bordes bebe
esta palabra con que estoy juzgándome.
José Manuel Caballero Bonald