NUBES DE ANTAÑO
¡Nubes de antaño!
que vagaban sobre los quintanares
y encendían el estaño
de agujas y tejares.
Y de la plazuela, dulce grama,
donde las niñas antiguas
jugaban en el panorama
de las tardes exiguas.
Y traéis del oriente
ensueños distantes
o la dormida forma clarescente
en las tardes galantes.
¡Nubes de antaño!
que llenáis de dulces amores
y del goce extraño
de las hetairas flores.
Con las nacarinas alas
nos traéis al bosque del engaño.
¡Son noche de la noche vuestras galas
nubes de antaño!
José María Eguren