LAS CITAS CIEGAS
Del hondo pozo
lleno de sombra,
las Citas ciegas
salen llorosas.
Con la ignotía,
con el marasmo
de sus perdidos
ojos sellados.
Son transparentes
cual las medusas
y fantasmales
como la luna.
Llevan al margen
desconocido,
las palideces
y horror del sino.
De pozo triste
velan la noche,
mueven sus talles,
mueven sus hoces.
Fluyen los sueños
a las comarcas
con sus distantes
pupilas blancas.
A las doncellas,
frágiles niñas,
en noche ardiente
llaman las Citas.
Y en los brocales
del hondo abismo
las van cortando
como los lirios.
José María Eguren