DOÑA MARINA
Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, los naúfragos,
hicieron vida con la tribu,
aprendieron la lengua maya. Gonzalo
tuvo mujer, engendró hijos. Aguilar
exorcizó todo contacto, rezó el rosario
para ahuyentar las tentaciones.
Llegó Cortés y supo de los naúfragos. Gonzalo
renunció a España
y peleó como maya entre los mayas. Jerónimo
se incorporó a los invasores. Sabía la lengua,
pudo entenderse con Malinche, que hablaba
maya también y mexicano.
A estos traductores
debemos en gran parte
la conquista y colonia, el mestizaje,
el enredo llamado México, la pugna
de hispanismo e indigenismo.
José Emilio Pacheco