Te inclinaste hacia una rosa
Tu avidez
Gozó el olor, fue la tez
Más hermosa.
Y te erguíste con más brío,
Más ceñida de tu estío
Personal,
Para mí —sin más ayuda
Que una flor— casi desnuda:
Tú, fatal.
Jorge Guillén
«Cántico» (1919-1950) Primera serie. Cántico. Fe de Vida 3. El pájaro en la mano. II