XVII
con la madrugada
han empezado otra vez los ruidos en la casa
y es posible que sean los fantasmas o
algún ropero algún olvido que se desarman
o nuestros besos de hace un tiempo serán
que aprovechan la soledad
ya para desamarse y caer
y deshacerse en polvo sobre el piso
¿será posible?
el finísimo ruido que hacen no me deja dormir
pero hoy también me sentí solo
en el pasillo donde nos desgarramos una vez
no del furor de los vecinos ni
de las colonias africanas o
del fondo del espejo sino
de mí mismo es que vuelves y vuelves
Juan Gelman