RÍOS
pero José Gervasio de
Artigas soñaba otra cosa:
ayunos de cuatro mil años
podridos dando su calor
para que al fin el país creciera
o le salieran como alitas
y diera vueltas sobre el mundo
parase en la voz de Dios
anduviera la pampa como
un cielo al sol de la justicia
Juan Gelman