MI CORONACIÓN
Me coronaron... ¡Ay! me han coronado
con premeditación y alevosía,
por el pecado, el infeliz pecado
de hilvanar unos versos... Con que fría
sangre de horchata, y lejos del murado
cubil de mi ciudad, cuando dormía
me cogieron lo mismo que a un venado,
sin poderme encarar con la jauría!...
Luis Carlos López