DE DON RODRIGO SARMIENTO, CONDE DE SALINAS
Del León, que en la Silva apenas cabe,
O ya por fuerte o ya por generoso,
Que a dos Sarmientos, cada cual glorioso,
Obedeció mejor que al bastón grave,
Real cachorro y pámpano suave
En este infante en tierna edad dichoso;
Cupido con dos soles, que hermoso
De ángel tiene lo que el otro de ave.
La alta esperanza en él se vea lograda
Del claro padre y de la antigua casa
Que a España le da héroes, si no leyes,
Tal, que do el Norte yela al mar su espada
Temida, y donde el Sol la arena abrasa,
Triunfador siempre, coma con sus reyes.
Luis de Góngora y Argote, 1604