A LA MARQUESA DE AYAMONTE, DÁNDOLE UNAS PIEDRAS BEZARES QUE A ÉL LE HABÍA DADO UN ENFERMO
Corona de Ayamonte, honor del día,
Estas piedras que dio un enfermo a un sano
Hoy os tiro, mas no escondo la mano,
Por que no digan que es cordobesía;
Que dar piedras a Vuestra Señoría
Tirallas es por medio de ese llano,
Pesadas señas de un deseo liviano,
Lisonjas duras de la Musa mía.
Término sean, pues, y fundamento
De vuestro imperio, y de mi fe constante
Tributo humilde, si no ofrecimiento.
Camino, y sin pasar más adelante,
A vuestra deidad hago el rendimiento
Que al montón de Mercurio el caminante.
Luis de Góngora y Argote, 1607