HUMORISMOS TRISTES
Mientras tocan Chopin el buen maestro
Mientras tocan Chopin el buen maestro,
o el poeta neurótico recita,
yo charlo con la hermosa señorita,
en voz baja, del último siniestro.
¡Y sufro mucho!... ¡Bah! Pero soy diestro
en sonreír y en ocultar la cuita;
mi tristeza es amarga, es infinita…
mas ¡qué apacible regocijo nuestro!
Estoy vencido al fin; cesó la lucha;
yo quedo triste y ella indiferente;
su amor fue poco y mi desgracia es mucha;
y entre tanto, burlona y sonriente,
ella, en el fondo del salón, escucha
del joven barbilindo el flirt corriente.
Luis G. Urbina