MAPAMUNDI
EL ORIENTE
Con irritados cobres se colora
La extensión de los densos arenales,
Y un humo de oro, en rizos irreales,
Flota sobre la brasa de la aurora.
En acerbos azules se evapora
El día. La palmera en los eriales,
Desgreña sobre ciegos manantiales
Lóbregas crenchas de mujer que llora.
Padece el dromedario macilento
La resolana cruel como una llaga.
Febril empieza a delirar el viento.
Pesa en los hombros una angustia aciaga.
Y en lento ascenso el sol, como un sangriento
Bostezo de león, las sombras traga.
Leopoldo Lugones