DELICIA
La pureza celestial,
Sobre la mar que reposa,
Sutiliza el vago rosa
De una tarde de cristal.
La brisa amores promete,
Y aunque, a ratos mortecina,
Ya es vuelo de golondrina,
Ya rizo de gallardete.
Por el pálido sendero,
La serenidad rosada,
Pasa como suspirada,
Evocando su lucero.
A nuestro embeleso unido,
El matiz de rosa crece,
Y de súbito parece
Que en un beso se ha encendido.
Y al leve rubor que arde
En tu secreto de amor,
Vuélvese en ti viva flor
Todo el rosa de la tarde.
Leopoldo Lugones