LA ESCOLTA DE LA TARDE
El aire el huerto orea.... sobre el prado, a la orilla
del agua, que discurre como un buen pensamiento
por el jardín, hundido en largo arrobamiento,
leo a fray Luis. Absorta, la tarde calla y brilla.
Hecha de luz y música, la plática sencilla
del poeta (así hablan la flor, el ave, el viento)
difunde en la comarca su apacible ardimiento,
vierte en mi corazón su dulce maravilla.
Lejos, en el collado donde se aniña el monte,
una flauta puntúa la paz del horizonte;
la estrella de la tarde florece, solitaria.
Y así escoltan el tránsito del crepúsculo en vuelo:
en el valle una flauta, una estrella en el cielo
y en mi voz una música que es canción y plegaria.
Mario Carvajal