EL REGRESO
Rueda el tren balanceándose en la vía
y rechina al chocar el suelto herraje,
y hacia atrás hure rápido el paisaje
y avanza la brumosa lejanía..
Cuando su rauda marcha el tren desvía
cruje desvencijándose el bagaje,
y pasan en fantástico miraje
la loma, el llano, el bosque y la alquería.
Es la tarde: ilumínanse las chozas
y vuelan encendidos los carbones
como enjambres de abejas luminosas.
Surgen, por fin, las huertas lugareñas,
y tras de las oscuras ramazones
las luces de mi pueblo me hacen señas.
Manuel Magallanes Moure