HORA XII
¿Quieres, mi dulce Cintia, quieres, mi buena amiga
Que cuánto yo te amo con palabras te diga?
Oye: cuando uno viene de algún pais lejano
Do fue de ciencia en busca, cual la ave en pos de grano,
Cuando recapacita su ya pasada historia,
Y tierras, mares, hechos repasa en su memoria,
Narrar apenas puede lo que ha visto y oído;
Acaso le interrogan y enmudece afligido.
Mi amor es vago y puro, misterioso y fecundo,
Más hermoso que el cielo, más que la mar profundo.
¡Si así cual signo tienen extraños pensamientos
Tuviesen su lenguaje tambien los sentimientos!
Tanto al hombre no es dado, ni a ensayarlo me atrevo;
Traigo, Colón segundo, de amor un mundo nuevo.
Miguel Antonio Caro