A VIRGILIO1
Como luna serena en el estío
A los sedientos campos da frescura;
Luce a los blancos rayos, y murmura
Bienhallado en sus márgenes el río;
Oculta al ruiseñor boscaje umbrío
Y llena el horizonte su voz pura;
Mudo al pie el viajador, muerta hermosura
Recuerda en amoroso desvarío;
Madre infeliz convierte la llorosa
Mirada, de una tumba al firmamento,
Y calma el vago albor su hondo quebranto;
Ríe el collado, allá la mar reposa;
Suena en los altos árboles el viento:
Tal para mí la magia de tu canto.
Miguel Antonio Caro
1 Traducción de Giosuè Carducci.