DIOS VISTO, MI MADRE
Rosa del Mazo de Fernández
Señora en toda hora de las Tres Certezas:
Etica, Mística, Práctica.
Claridad.
En quien no hubo nunca
una duda de Realidad
ni una de Conducta
ni un egoísmo
ni un miedo
ni una vacilación en el Sacrificio
una queja
una lágrima
una superstición
un descontento de que algo viva
de que algo muera
porque en ella no hubo nunca
un pensamiento para sí.
Sabiéndose Eterna
y sin tibieza para el Hoy terreno.
Sin asimientos a pasajes del tiempo ni al allá o acá.
Su «¿Quién vive?»
acogía saludante a otro vivir.
Y su «sí mismo» leve
inagitado, entre otros, como un número.
Su solo bien el de las dichas otras.
(1929)
Macedonio Fernández