LOS CUERVOS
Bajo dosel de gualda,
nubarrones de cuervos
aparecen y graznan.
Hidrofóbicos luchan
y en el campo destilan
cálida, roja lluvia.
Con los picos de acero,
no se hieren los ojos,
se taladran los pechos.
Por azuladas cumbres,
al desmayo del Sol,
desaparecen, huyen...
Se van sin corazón.
Manuel González Prada