anterior   aleatorio / random   autor / author   inicio / home   siguiente / next

KON

                        I

Ligero como las nubes,
imponente como el rayo,
desgarra el Dios incorpóreo
las tinieblas del espacio.

Viene Kon y enfrena el vuelo
en estériles eriazos,
guarnecidos por los Andes,
por el mar acariciados.

Habla Kon; y las montañas
hunden la cima en los llanos,
o de las cuencas emergen
la planicie y el collado.

Dice: —«Desciendan los ríos»;
y en la aridez de los campos,
cien arroyos y torrentes
despliegan líquidos mantos.

Dice: —«Florezcan las plantas»;
y a par que brota el banano,
da su blanco pan la yuca
y el maíz sus rubios granos.

Dice: —«Aparezcan los hombres»;
y en las dulzuras de un rapto,
enamoradas parejas
van amándose y soñando.

                        II

Ruedan los siglos: un día
surge Kon en los espacios,
ligero como las nubes,
imponente como el rayo.

—«Os otorgué la existencia,
os di la paz y el regalo;
más ¿dónde se alzan mis templos?
¿Dónde están los holocaustos?»

—«No sabemos ni tu nombre:
¿Le repetimos acaso?
El placer y los festines
son los Dioses que adoramos».

—«Lluvia, detente en los cielos;
Ríos, id por otros álveos;
Rocas, bajad de las cumbres;
arena, invade los campos;

»Y tú, región maldecida,
funesto nido de ingratos,
vuelve a ser eternamente
como fuiste en lo pasado». . .

Dijo Kon: «el terremoto
montes remueve de cuajo;
y es la costa un gran cadáver
con la arena por sudario».

autógrafo

Manuel González Prada


«Baladas peruanas» (1935)

subir / top   poema aleatorio   siguiente / next   anterior / previous   aumentar tamaño letra / font size increase   reducir tamaño letra / font size decrease