EL LLORA-MUERTO
I
Pierde a su Amada el Inca,
y ya, de aquel momento,
no hay en su alma reposo,
en sus párpados sueño.
—«No cantes, oh Poeta:
voces lúgubres quiero
que de pena y angustia
despedacen mi pecho»
—«Hay, Rey, en tus dominios
un pájaro siniestro:
su voz quebranta peñas,
se llama el Llora-muerto»
—«Volad, oh mis vasallos,
por llanuras y cerros,
por valles y montañas:
coged el Llora-muerto»
II
Fieles indios recorren
los ámbitos del reino,
y cazan en las selvas
el pájaro siniestro.
El pájaro se queja,
y, a su primer acento,
lanza el Rey de los Incas
un grito lastimero.
El pájaro se queja,
y, a su segundo acento,
llora el Rey de los Incas
dos lágrimas de fuego.
El pájaro se queja,
y, a su tercer acento,
queda el Rey de los Incas
mudo, inmóvil y muerto.
Manuel González Prada