URBE: SÚPER-POEMA BOLCHEVIQUE EN 5 CANTOS
V
Las hordas salvajes de la noche
se echaron sobre la ciudad amedrentada
La bahía,
florecida
de mástiles y lunas,
se derrama
sobre la partitura
ingenua de sus manos,
y el grito lejano
de un vapor,
hacia los mares nórdicos.
¡Adiós
al continente naufragado!
Entre los hilos de su nombre
se quedaron las plumas de los pájaros.
Pobre Celia María Dolores;
el panorama está dentro de nosotros.
Bajo los hachazos del silencio
las arquitecturas de hierro se devastan.
Hay oleadas de sangre y nubarrones de odio.
Desolación.
Los discursos marihuanos
de los diputados
salpicaron de mierda su recuerdo,
pero,
sobre las multitudes de mi alma
se ha despeñado su ternura.
Ocotlán
allá lejos.
Voces.
Los impactos picotean sobre
las trincheras.
La lujuria apedreó toda la noche
los balcones a obscuras de una virginidad.
La metralla
hace saltar pedazos del silencio.
Las calles
sonoras y desiertas,
son ríos de sombra
que van a dar al mar,
y el cielo, deshilachado,
es la nueva
bandera
que flamea
sobre la ciudad.
Manuel Maples Arce