XIII
OJOS DE ANOCHECER
Ojos de anochecer los de tu cara
y luz de luna llena dentro de ellos,
suave lumbre de argénteos destellos
que entre las sombras blancos surcos ara.
Al fulgor dulce de la luna clara
de tus ojos, parecen tus cabellos
sobre tu frente misteriosos sellos
que sellan el secreto que te ampara.
Y allá, más dentro, en el cerrado limbo
del corazón, un encendido brote
de flor de infinitud, rojo corimbo
de estrellas que el Destino echó por lote
en tu senda, y ciñéndolas de nimbo
la niebla del misterio que es tu dote.
Bilbao, IX-1910.
Miguel de Unamuno