IMAGEN DE MI PADRE
Yo tenía un fiel amigo
de lento mirar cansado
triste como un jardinero
y puro como un relámpago.
Tenía las manos suaves
como el corazón de un pájaro
al andar casi danzaba
y hablaba casi cantando.
Como ríos paralelos
vagábamos por los campos
yo lo confundía a veces
con la sombra de algún árbol.
El cielo que lo cubría
no podía ser más alto
y el nardo azul de su alma
no podía ser más nardo.
Si hubiera sido de agua
¡qué compañero tan claro!
serenos como sus ojos
nunca se verán dos lagos.
Amigo dulce dormido
que nunca será olvidado
ni en el día en que se cierren
para mí todos los astros.
Nicanor Parra