HIPÓTESIS CELESTE
I
Las catedrales azules del cielo esplenden en la noche sin fin
y sus vitrales de colores dejan pasar la luz de otros mundos
Tu locura mi cielo brilla en la noche estelar
De tu frente sin orden
se alza un arco iris que acaba en mi frente
Mi doncella de singular hermosura
duerme a la orilla de un arroyo celeste
Recostado en la hierba espacial
yace un joven de risueñas formas y colores
Su figura de ojos instantáneos
se eleva sin mancha a plena luz
Y convertido en lluvia de oro
dora el cuerpo de la hermosa doncella
II
Tu cuerpo parecía moverse hacia cualquier lugar del espacio
En medio de lo perecedero navega este astro sin luz
El cuerpo dio una vuelta completa alrededor de sus polos
Diste un gran círculo alrededor del sol
según el orden de los signos
Las estrellas fijas parecían mecernos
pero se mantenían inmóviles
La tierra giraba contigo junto al aire circundante
Es preciso que el Cielo permanezca inmutable mi cielo
Es absolutamente necesario que no te muevas
ni un segundo-luz
El Sol real y el Sol irreal son uno y el mismo
me dijiste al oído
Retornan los astros a sus antiguas posiciones
y vuelven a alejarse querida
Repugna al orden del mundo que las cosas
estén fuera de su lugar natural
replicaste arreglándote el pelo
A los cuerpos simples
conviene un movimiento simple
murmuré penetrándote
En esto las esferas empezaron a rotar
en el aire vestido de hermosura y luz primera
Hace mucho tiempo que la tierra
saltó en pedazos mi amor
III
Ahora somos la luz
que se difunde en todas direcciones
y atraviesa los cuerpos opacos
Va fluyendo hacia el centro del universo
porque es la perfección de nuestros cuerpos
Cuando tu luz se multiplica un número infinito de veces
mi materia se extiende en dimensiones infinitas
Nuestro cuerpo es llamado firmamento mi amor
Así procedió la luz en el principio
A extender la materia arrastrándola con ella
Nuestro amor infinito
es más largo que otros infinitos
Óscar Hahn