LA MUY PERRA
En ciertas ocasiones
la vida nos demanda mezquindad
Es —pareciera decirnos—
un acto de justicia
una manera sana
de respirar en medio del fastidio
de no ofrecer la otra mejilla
Pero
¿qué tal si optamos por la benevolencia
por ir limpios y ufanos
celestiales?
Innobles son los tratos que la vida propone
Escoge
—nos ladra la muy perra—
entre bilis negra y tu soberbia.
Piedad Bonnett