DISCURSO NATURAL
Así como este paisaje tropical,
húmedo, brillante y convulsionado por el sol,
deambulo, impacientemente.
Grises brisas me despeinan,
caen, desenredando la inquietud...
Voces iluminadas nacen de las nubes,
interrumpen la ruta de las aves,
que ceden a su poderío.
Inevitable discurso natural
franquea mis barreras, y busca las tuyas,
desatando otra tormenta...
Vida nueva para mis sentidos.
Amanda, julio, 2002.