VOCES DESDE LA ADOLESCENCIA
El sauna hinchado de vapores,
con el siseo de azuladas piedrotas...
La abuela, en greñas nebulosas,
viejos rizomas de los brazos,
a mis temores revisa,
mira,
debajo de las cenizas, las brasas,
del afligido fuego de las parteras...
escondo el rostro en mis rodillas,
los hombros en el frío sudor.
Calor infernal, y tú con escalofrío,
sólo los enclenques,
en el sauna tiemblan...
Me da terror, abuela,... temo
abuela, tengo temor.
Me espantan los miedos no revelados,
el susurro de la palabra...espíritu
las calles donde los muertos Lázaros,
huyen de ser resucitados,
las caras montaraces foliáceas,
los ojos vacíos amodorrados
mis propios pensamientos impensados,
temo mi desnudez,
mira, en las caderas desnudas...
aquí en lo profundo... de mi carne,
una desnuda mujer, entre las brazas
el aro ardiente gira...
—hija dame agüita del pozo...
—¡gira el aro ardiente!
—Me da miedo, abuela, temo...
—hija, a mí me da miedo...
Anfisa Osinnik