PEQUEÑO SAMURAI
Pequeño Samurai de manos graves,
de manos graves, lágrimas con fuego,
con fuego por la lengua, sin reniego,
reniego son tus manos como llaves.
¿No entiendes que despiertan tantas aves,
las aves de tristezas que no niego?
No niego que sin ti soy como un ciego,
un ciego que en ningún lugar se sabe.
Pequeño Samurai, también me faltas,
me faltas cuando todo está contento,
contento por la guerra en retirada.
Y viene tu recuerdo con las altas,
las altas despedidas que entre el viento,
el viento me recuerda en tu mirada...
A mi padre, en la vida...
Benjamín León