ESQUELAS
mi abuela
tiene la manía
de sentarse a leer
las esquelas del periódico
todos los días
después de fregar
los cacharros de la comida.
las repasa una y otra vez,
como si estuviera estudiando
para un examen,
y hay veces
que no puede evitar
que se le escape
un suspiro de alivio
al comprobar
que ni su nombre
ni sus apellidos
están escritos
en ninguna de ellas,
aunque luego
siempre te diga:
llegar a esta edad
no se lo deseo
ni a mi peor enemigo.
David González