HUELGAN LAS PRESAS
Huelgan las presas
de la constante matanza
que saluda los nuevos amaneceres
incesantemente por todos los días.
Van de fila en fila hacia las bocas,
rojas, jugosas de sangre
las deliciosas carnes
de los cadáveres que ya son bocados
para civilizados comensales.
Corre la sangre imaginariamente
sobre verdaderos y albos manteles
huesos aserrados que serán basura
carnes, delicadeses, manjares
de incansables paladares
con dientes-muelas-lenguas
bailando tan bella danza
que convierte en polvo a los inocentes.
Entra molido el animal
al mismo tiempo en distintos estómagos
parte de este será basura
y la otra... más animal, que nunca.
Genaro Albaíno