ME QUEDO CON LOS RECUERDOS
Y reía por unos cuantos
y reía con unos cuantos
mirando el día
desde su sonrisa
detrás de su enorme bigote
altanero,
fortaleza de trabajo.
Y reía por unos cuantos
y reía con unos cuantos
contando las anécdotas
agrupadas por experiencias
extendiendo sus secretos
compartiendo sabiduría,
conocimiento.
Conocimiento puro
publicaba
en labios de rostro inmaduro
sin querer en su vida
un crecimiento guardado,
enterrado.
Y reía por unos cuantos
y reía con unos cuantos
comiendo asado
reunido con colegas
parloteando proyectos
payaseando muecas,
gestos.
Gestos amistosos
regalaba
en abrazos con viejos compinches
sin correr en el tiempo
de un reloj presuntuoso.
Y porque el tiempo
se equivocó
porque el destino
se equivocó
y los nuevos dioses
se equivocaron
y los doctores
se equivocaron,
sin quirófano,
sin remedio,
apresurados lo abrieron
delicadamente cortaron,
lo cocieron
¡Hay! ¡Cirujanos equivocados!
Ellos se lo llevaron.
Cirujano que opera cuerpos,
tarde
con luz última,
casi suspiro,
con horas largas prestadas,
camilla de metal frío,
latidos con debilidad de despedida,
ángeles risueños esperanzados
abriendo un camino eterno,
alejado.
O simplemente,
cortaron oportunidades,
almanaque terminado
que quiso ese día
un himno sonara.
Y reía para unos cuantos
y reía con unos cuantos
despidiendo un amigo
despidiendo un hermano
despidiendo un padre
todos nosotros nos encontramos
llorando sin reír
recordando.
Graciela Kiriadre
Incluido en Ideas Tormentosas - ediciones V - 014 - abril de 2004.