SIN MUERTE
Aquel día fui sorprendida
de un golpe en la cara,
caminaba por la avenida
sin saber lo que pasaba.
Los ojos tapados,
una seña inesperada,
ruidos de tacos,
y en auto yo, paseaba.
Gritos, empujones
—¡Al cuarto! —Dijeron;
un cuarto, vacío,
y nuevos golpes.
Hambrienta,
Perdida,
con miedo,
pensaba
¿Pasarán muchos días?
Las manos atadas
en sombras,
alejada
y yo, seguía atrapada.
Silencio........................
Soledad........................
Temores........................
Los ojos tapados
una seña inesperada
ruidos de tacos
y otra vez, yo, en auto paseaba.
Me tiraron en un baldío
dijeron —¡Cállate!
Quieta esperaba,
era tarde.
Iluminando mi vida
un encuentro, mi gran casa
en familia al fin,
vibraba.
Fueron largos llantos
fueron bellos rezos
pero no llegué a ser
para ellos, un recuerdo.
Graciela Kiriadre
Incluido en Ideas Tormentosas - ediciones V - 014 - abril de 2004.